viernes, 20 de mayo de 2011

NUESTRO DOLOR POR EL FALLECIMIENTO DEL COMPAÑERO GUILLERMO WEYER

“Guillermo era un entrañable compañero con quien compartíamos la mesa de trabajo de Orletti, -dice llena de tristeza nuestra herman@ Cris, y agrega “su mirada franca, su sonrisa enorme, grandote, bello por dentro y por fuera. Y compungida reflexiona sobre la repentina muerte de Guillermo Weyer en Asunción Paraguay, adonde viajó para brindar su enésimo testimonio, “al escuchar los testimonios en las audiencias de Orletti primero y del Plan Sistemático ahora, compruebo sus frágiles fortalezas, ya que muchos se derrumban como si fuera la primera vez que lo cuentan, cuando ya lo han hecho muchas veces, en distintos juicios y en distintas instancias”.

Guillermo, igual que los demás compañeros sobrevivientes, asumió la inquebrantable necesidad y responsabilidad de hablar a ‘los demás’ de hacer que ‘los demás’ supiesen la verdad de la maquinaria exterminio. Pero nos preguntamos ¿cuántas veces será necesario gritar el horror, cuántas veces más se va a someter a los compañeros a repetir y a revivir la barbarie cometida por los perpetradores? Los compañeros sobrevivientes ya dieron suficientes testimonios, demostraron, a riesgo de perder su equilibrio emocional y su salud física, como ha sido la causa del fallecimiento de Guillermo, la existencia de los Centros Clandestino de Detención, Tortura y Exterminio, las prácticas aberrantes de su funcionamiento e identificaron genocidas.

Son insuficientes las palabras para manifestar nuestro dolor y consternación por la perdida de Guillermo Weyer, pese a ello, Herman@s de desaparecidos por la verdad y la justicia queremos acercar nuestro abrazo a sus compañeros más cercanos para reafirmar nuestro compromiso de lucha contra la impunidad, así como gritar con todas nuestras energías:

¡Presente, Guillermo, Presente!

¡Ahora y siempre!

No olvidamos

No perdonamos

No nos reconciliamos

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